Son muchos años luchando de manera incesante, contra viento y marea, para que los autores de la muerte de Miguel Angel cumplan una condena acorde con el horrible crimen. Carmen no les desea ningún mal, simplemente pide Justicia y una pena de prisión.Porque su hijo fue robado, brutalmente asesinado y arrojado a una alcantarilla, donde su cuerpo permaneció 16 meses sin que nadie lo encontrase.
El último día que alguien vio a Miguel Angel con vida fue el 10 de abril de 1993. Era Semana Santa y sus padres y hermano disfrutaban de unos días de vacaciones en Navalonguilla, un pueblo de Avila. Miguel Angel se había quedado en Madrid porque tenía que terminar su proyecto de fin de carrera, así que se ofreció a ocuparse de las tareas que sus progenitores desempeñaban como porteros en una finca de la calle Santa Engracia. A las 22.00 horas, una vecina le vio sacar los cubos de la basura a la calle.
Al día siguiente, su familia regresó a casa y notó la ausencia del joven. Tampoco estaba su coche. No daba señales de vida y denunciaron su desaparición. Veinticuatro horas después, aparecía en Alcobendas el vehículo de Miguel Angel. Alguien lo había abandonado en la carretera, abierto, con las luces puestas, las placas de matrícula cambiadas y regado de sangre. Faltaba el radiocasete, había dos cazadoras que no eran del chico y varios recibos de extracciones monetarias realizadas con la tarjeta de crédito de Miguel Angel. Ni rastro del joven. Pero sí varias huellas, tanto en el coche como en los recibos: las de Aziz Rouchdi y Mohamed Guibli, dos ciudadanos marroquíes.
Arrojado a una alcantarilla
En julio de 1994, un trabajador de la empresa Central de Fomentos y Cubiertas que limpiaba una acometida de aguas en el Arroyo de la Vega (Alcobendas) localizó los restos humanos de un joven en el pozo de una alcantarilla. El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, estaba envuelto en plásticos y tenía los pies atados con un lazo. Era Miguel Angel.
En ese momento comienza la incesante lucha de Carmen. Sin miedo a nada, comienza a preguntar por los dos individuos que habían dejado sus huellas en el coche de Miguel Angel. Y no sólo sus huellas, las placas de matrícula encontradas en el coche de la víctima eran de un Volkswagen Polo que Mohamed había llevado a un taller días antes. Sin parar ni un solo instante, Carmen logró que la policía encontrase a Aziz Rouchdi en Holanda. Fue extraditado y juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid como presunto autor de los delitos de asesinato, robo, detención ilegal, utilización ilegítima de vehículo de motor ajeno y por una falta de hurto. La Sala Primera le absolvió al entender que no existía «un enlace preciso y directo» entre Aziz y los hechos que se le imputaban. Y eso que sus huellas estaban en el coche de Miguel Angel, en su tarjeta de crédito y en los extractos bancarios.
En una prisión marroquí
En cuanto a Mohamed Guibli, Carmen ha descubierto que se encuentra ingresado en una prisión marroquí, en la ciudad de Taza. «Es por un delito de pertenencia a banda armada», apunta la madre coraje. Ha solicitado cerca un centenar de veces a la Fiscalía de Madrid que formule una comisión rogatoria internacional para extraditar a Mohamed a España. Quiere que sea juzgado por un tribunal nacional, pero la respuesta por parte de la Administración central siempre ha sido que se desconoce su paradero. «¿Cómo no van a saber dónde está si yo les he dado la dirección de su casa y también les he dicho que ahora mismo está en la cárcel de Taza?», se pregunta.
Para Carmen todo son incógnitas. No logra entender por qué la Administración española no ha puesto más empeño en localizar a los asesinos de su hijo. «Se supone que están aquí para hacer justicia, y a mí me la han negado tres veces, las mismas que han absuelto a uno de los criminales. Del otro no puedo casi ni hablar», añade con el corazón en un puño. Su lucha contra la injusticia aún no ha terminado.
MIGUEL
Miguel Angel Martín Jiménez, 24 años, fue visto por última vez con vida el día 10 de abril de 1993 / Dos días después aparecía su coche abandonado y lleno de sangre en Alcobendas / En julio de 1994, un trabajador encontró sus restos mortales en el interior de una alcantarilla del Arroyo de la Vega / Estaba envuelto en un plástico y tenía los pies atados.
Los tres enigmas
1 En el interior del vehículo de Miguel Angel, la policía encontró las huellas de Aziz Rouchdi y Mohamed Guibli, dos ciudadanos marroquíes. También habían dejado sus huellas en la tarjeta de crédito del chico y en un extracto bancario de la misma.
2 Aziz Rouchdi fue detenido en Holanda y extraditado a España, donde se le juzgó por su presunta participación en el asesinato de Miguel Angel. La Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le absolvieron de los delitos que se le imputaban aunque, según la madre de la víctima, existían indicios y pruebas suficientes para condenarlo.
3 Mohamed Guibli no ha podido ser imputado procesalmente en el asesinato de Miguel Angel porque se marchó a Marruecos meses después del crimen. Aunque Carmen Jiménez ha solicitado más de un centenar de veces una comisión rogatoria internacional para que se le extradite, Mohamed continúa en Marruecos. Esta madre coraje asegura que Mohamed está interno en un centro penitenciario de Taza.
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